Black Mirror

¿Vivimos ya en Black Mirror?

Ya vivimos dentro de la serie Black Mirror, convertiéndonos en un canal de televisión en el que transformamos nuestra vida en un entretenimiento más para nuestros espectadores. Y, como sucede en la televisión real, falseamos nuestra realidad de forma que parezca lo suficientemente maravillosa para que nuestros seguidores no cambien de canal.
Este año, vimos como una mujer de Minessota (Estados Unidos) transmitió en directo la muerte de su pareja a manos de un policía, o como una joven francesa de 19 años retransmitió a través de Periscope su propio suicidio tirándose a las vías del tren.

Instagram, en su afán por acapararlo todo y no contento con matar a Vine (y tras ir por Snapchat con su Instagram Stories), ataca ahora al Periscope de Twitter incluyendo: Live video en Instagram Stories, y fotos y videos efímeros para grupos o conversaciones privadas en Direct. La red social te da la opción de compartir, a través del Instagram Stories, un vídeo en directo que desaparecerá en cuanto finalice -por lo tanto, solo se podrá ver en directo-.

En Telling Innovation Trends ya adelantamos en 2012 que el ser generadores de contenido iba a ser parte de la idiosincrasia del siglo XXI, una tendencia que se une a la cultura pop para perfilar una generación hiperconectada y un tanto egocéntrica. Más que una moda pasajera; una nueva forma de comunicación que nos aproxima a todo aquel ser humano que nos quiera escuchar. ¿Será este el futuro inminente de los medios de comunicación?

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