Mientras el Normcore (la tendencia a vestir normal, básico, sin llamar la atención, sin estilo) ha dejado paso al Heritage Core (rescatar prendas de calidad heredadas de nuestros padres y abuelos), en temas gastronómicos estamos pasando por un momento decididamente “normcore”, sobre todo desde el momento en el que el chef chino David Chang se atrevió a verbalizarlo: “Me gusta comer comida normal, soy un Normavore”. David Chang no está solo, otro cocineros como Roy Choi o el español José Andrés se adhieren a esta tendencia de alimentos “normales” Normavore.
Un consumidor saturado de la pose de los ingredientes hype, en un momento en el que las grandes marcas ya ponen espelta y quinoa a sus yogures. La necesidad de volver a lo básico, a la esencia, a lo que siempre ha funcionado y a la anti-pose alimentaria.
Deliciously Stella, que desde su Instagram parodia la pose de Deliciously. Ella come comida normal y se pregunta: “¿Quién tiene tiempo para preparar su propia leche de almendras o mantequilla de nuez?”
Mientras WeWantPlates se ríe de los locales que sirven la comida en bandejas de pizarra en lugar de en platos, ChefJacquesLaMerde ironiza acerca de la presentación de la alta cocina emplatando de forma sofisticada matería prima tal como salchichas baratas cortadas por trozos, huevo duro, etc…
Los consumidores, como llevamos mucho tiempo observando en nuestros reportes de Tendencias para Innovación, exigen cada vez más honestidad por parte de las marcas, también más cercanía, pero… ¿empujarán a estas a volver a la sencillez en forma y contenido, a volver al buen hacer de siempre? Normavore, un giro que tendría coherencia dada la tendencia al crafty. Si quieres consultar nuestros informes escríbenos a info@telling.es
